DeBÍ TiRAR Más FOTos
No sé por dónde empezar, pero lo diré así: este nuevo álbum de Bad Bunny podría ser el más importante de su carrera. Nunca antes lo había sentido tan directo, tan crudo y tan dispuesto a alzar la voz por su gente y su tierra. En cada canción se siente el peso de Puerto Rico, no como un simple escenario, sino como el verdadero protagonista.
Bad Bunny no se guarda nada. Habla de gentrificación, de la pérdida de identidad, de la lucha diaria de los puertorriqueños por mantener su cultura en medio de un sistema que intenta arrebatarles todo. Canciones como “Lo que le pasó a Hawaii” son un grito de resistencia, una advertencia sobre lo que podría pasarle a Puerto Rico si no protegemos lo que somos.
Pero este álbum no es solo protesta; es también un recordatorio de lo que significa ser puertorriqueño. Con referencias a la música jíbara y a tradiciones como el lelolai, Bad Bunny nos conecta con nuestras raíces de una manera increíblemente auténtica. Es como si cada beat, cada palabra, estuviera cargada de orgullo y dolor al mismo tiempo.
Más allá de lo musical, este disco se siente como su proyecto más personal. Ya no es el artista global que domina las listas, sino el chamaco de Puerto Rico que está usando su plataforma para defender a su isla, para recordarle al mundo que somos más que playas bonitas y destinos turísticos.
Como fan, puedo decir que este álbum no solo me hizo escuchar, sino sentir. Y estoy segura de que marcará un antes y un después en su carrera. Es una obra que no solo representa a Bad Bunny como artista, sino a todo un pueblo que se rehúsa a desaparecer.




Comentarios
Publicar un comentario